Ya estamos metidos de lleno en el carnaval y por ello te recuerdo este pasodoble, por su letra, por su defensa de la fe, ...
Cada vez que digo que yo soy creyente,
aparece algún valiente que me juzga,
con la voz cobarde del intransigente
que surge siempre de la censura...
Esos que presumen de ser inteligentes
y van buscando su razón en la incultura
porque no entienden que la Fe me haga más fuerte,
que simplemente es un invento de los curas,
que surge nada más, que surge por el miedo hacia la muerte...
¿Y a quién se ofende si le doy gracias a Dios?
¿Y a quién se ofende si le pido protección?
¡Qué más me da quién me comprende,
si el creer me hace más fuerte
y me hace ser mejor persona!...
Si a Dios lo encuentro solamente en el amor
y no en las manos indecentes que se justifican si le adoran,
ni en las manos pederastas ni de aquellos que mataran
y juraran en su nombre...
Dios está en las manos del que ayuda,
del que no pregunta nunca
y que perdona los errores.
Ese es el Dios que me llena,
ese es el Dios que ilumina.
Y si en el mismo día en que me muera
compruebo de verdad que no existiera,
la misma Fe que muchos tirarían,
si me hizo ser feliz toda mi vida,
ya habrá valido la pena, ya habrá valido la pena...
No hay comentarios:
Publicar un comentario