Cada año tras del Vaticano
II y de la Constitución
del 1978, más los vigentes Acuerdos Iglesia - Estado y el deseo mayoritarios de
los padres, la enseñanza religiosa escolar tropieza con obstáculos y
dificultades desde la política: hay discriminación como asignatura en horas y
tiempos, siendo libre para los alumnos, pero obligatoria su oferta y debe tener
su evaluación como las materias que se cursan, por derecho y sentido común y
por la realidad social e histórica de España. Si se cerraran iglesias y
Catedrales, y se vaciaran archivos y bibliotecas, haríamos un atropello contra
nuestra historia y contra la cultura que tenemos como herencia. La educción
religiosa escolar la piden el 63,5 % de los alumnos. Y tiene sus razones. Se
trata de un derecho, no de una concesión gratuita ni de un privilegio
discriminatorio cuando tanto se invoca la igualdad de oportunidades. Es al
contrario, la discriminación antidemocrática sectaria e injusta es la campaña
sistemática contra esta asignatura. Ofertar la clase de religión no es atentar
contra la laicidad ni con la aconfensionalidad del Estado. Este no es sujeto de
fe ni espera nada en la eternidad; es organización funcional de servicio al
bien común. Pero se pasa con la discriminación, con el asedio y menosprecio del
derecho de los padres que piden religión para sus hijos, según sus convicciones
y la Declaración
Universal de los Derechos humanos (Art. 26,2 y 3) y
Constitución Española (Art 27,3).
La
clase de Religión- de la religión que sea – no va contra nada ni contra nadie.
Ni excluye el derecho de quienes no quieren acudir a ella. La Religión en general
educa en la convivencia, justicia, respeto, solidaridad y en valores
auténticos e imperecederos y en la responsabilidad ética y moral. Valora el
trabajo, el orden y una la educación de calidad. La clase de educación católica
ayuda a des cubrir la verdad del hombre y del sentido de la v ida;
valora la dimensión transcendente y religiosa de la persona, afirma la dignidad
humana y respeta lo diverso y plural; fomenta y promueve el conocimiento y el
diálogo entre las diversas religiones y las tradiciones culturales. Y ante todo
la clase de Religión católica presenta a la figura más fascinante de la Historia : Jesucristo, que
es más fecunda y la más duradera de las revoluciones. El progreso de
la libertad, de la solidaridad, de los derechos humanos y del desarrollo
integral, han crecido y crecen allí donde arraiga y es acogido el mensaje de
Jesucristo. La educación de be estar siempre abierta a la vida y a
las vidas presentes y futuras de los alumnos, la clase de religión enseña
contenidos, realidades y valores cargados de fuerza interdisciplinar. Pero el
cristianismo vive entre las persecuciones del mundo y las consolaciones de
Dios.
La presencia y la historia del cristianismo, han sido y son un bien para la
humanidad. Por sus santos, mártires, misioneros, personas consagradas y
seglares, Europa de primer continente evangelizado ha sido el más
evangelizador. Aquí han existido luchas y persecuciones religiosas,
rupturas de la Cristiandad
y las guerras más atroces entre naciones de cultura cristiana, En España
se proclamaron derechos:”la vida, a la libertad y a la propiedad” y en Francia
“libertad, igualdad y fraternidad” pero en los dos últimos siglos hemos
padecido las locuras de guerras europeas y mundiales, verdadero escándalo para
el mundo. Y a pesar de todo Europa ha sido y España se ha distinguido, por la
defensa de la Cristiandad y extender el Evangelio por el mundo. Más de la
mitad de la Iglesia católica se dirige a Dios con un mismo idioma,
el español y otra gran parte se ha beneficiado de su influencia. La religión y
la moral católica son hoy un referente de esperanza para pueblos que necesitan
desarrollarse con los Derechos humanos y las Leyes universales, respetando
los Mandamientos, su referencia esencial.
Vicente Langreo ( http://eldiadigital.es)
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