martes, 30 de junio de 2015

LA CLASE DE RELIGIÓN CATÓLICA

Cada año tras del Vaticano II y de la Constitución del 1978, más los vigentes Acuerdos Iglesia - Estado y el deseo mayoritarios de los padres, la enseñanza religiosa escolar tropieza con obstáculos y dificultades desde la política: hay discriminación como asignatura en horas y tiempos, siendo libre para los alumnos, pero obligatoria su oferta y debe tener su evaluación como las materias que se cursan, por derecho y sentido común y por la realidad social e histórica de España. Si se cerraran iglesias y Catedrales, y se vaciaran archivos y bibliotecas, haríamos un atropello contra nuestra historia y contra la cultura que tenemos como herencia. La educción religiosa escolar la piden el 63,5 % de los alumnos. Y tiene sus razones. Se trata de un derecho, no de una concesión gratuita ni de un privilegio discriminatorio cuando tanto se invoca la igualdad de oportunidades. Es al contrario, la discriminación antidemocrática sectaria e injusta es la campaña sistemática contra esta asignatura. Ofertar la clase de religión no es atentar contra la laicidad ni con la aconfensionalidad del Estado. Este no es sujeto de fe ni espera nada en la eternidad; es organización funcional de servicio al bien común. Pero se pasa con la discriminación, con el asedio y menosprecio del derecho de los padres que piden religión para sus hijos, según sus convicciones y la Declaración Universal de los Derechos humanos (Art. 26,2 y 3) y Constitución Española (Art 27,3).


La clase de Religión- de la religión que sea – no va contra nada ni contra nadie. Ni excluye el derecho de quienes no quieren acudir a ella. La Religión  en general educa en la convivencia, justicia,  respeto, solidaridad y en valores auténticos e imperecederos y en la responsabilidad ética y moral. Valora el trabajo, el orden y una la educación de calidad. La clase de educación católica ayuda a des cubrir  la verdad del  hombre y del sentido de la v ida; valora la dimensión transcendente y religiosa de la persona, afirma la dignidad humana y respeta lo diverso y plural; fomenta y promueve el conocimiento y el diálogo entre las diversas religiones y las tradiciones culturales. Y ante todo la clase de Religión católica presenta a la figura más fascinante de la Historia: Jesucristo, que es más fecunda y la más duradera de las  revoluciones. El progreso de  la libertad, de la solidaridad, de los derechos humanos y del desarrollo integral, han crecido y crecen allí donde arraiga y es acogido el mensaje de Jesucristo. La educación  de be estar siempre abierta a la vida y a las  vidas presentes y futuras de los alumnos, la clase de religión enseña contenidos, realidades y valores cargados de fuerza interdisciplinar. Pero el cristianismo vive entre las persecuciones del mundo y las consolaciones de Dios.

   La presencia y la historia del cristianismo, han sido y son un bien para la humanidad. Por sus santos, mártires, misioneros, personas consagradas  y seglares, Europa de primer continente evangelizado ha sido el más evangelizador. Aquí han existido  luchas y persecuciones religiosas, rupturas de la Cristiandad y las guerras más atroces entre naciones  de cultura cristiana, En España se proclamaron derechos:”la vida, a la libertad y a la propiedad” y en Francia “libertad, igualdad y fraternidad” pero en los dos últimos siglos hemos padecido las locuras de guerras europeas y mundiales, verdadero escándalo para el mundo. Y a pesar de todo Europa ha sido y España se ha distinguido, por la defensa de la  Cristiandad y extender el Evangelio por el mundo. Más de la mitad de la  Iglesia católica se dirige a Dios con  un mismo idioma, el español y otra gran parte se ha beneficiado de su influencia. La religión y la moral católica son hoy un referente de esperanza para pueblos que necesitan desarrollarse con los Derechos humanos y las Leyes universales, respetando  los Mandamientos, su referencia esencial.

Vicente Langreo ( http://eldiadigital.es)

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