lunes, 1 de enero de 2018

Peli: ¿Qué hacemos con Maisie?. Las verdaderas claves de la maternidad

La maternidad y la paternidad son conceptos más amplios que los ligados a lo meramente biológico. De hecho, no siempre las personas que tienen hijos se sienten o se comportan como padre o madre. En este mes de mayo miramos a María como madre, pero también a las madres del mundo que viven su maternidad. Esta propuesta, la película “¿Qué hacemos con Maisie?” nos va a servir para reflexionar sobre la maternidad y para ayudar a nuestros alumnos a descubrir la maternidad de María y también qué significa ser padre o ser madre.

Contexto curricular

  • Bloque 3. Jesucristo, cumplimiento de la Historia de la Salvación
    • Contenido: Dios elige a María para que Su hijo se haga hombre
    • Criterio de evaluación: 1. Conocer y valorar la respuesta de María a Dios.
    • Estándar de aprendizaje 1.1. Identifica a María y a José como comunidad en la que Dios se hace presente entre los hombres.
Estos aspectos nos ayudan a contextualizar la película. También podemos relacionarlo con temas transversales como la igualdad de género o el maltrato infantil.
Por ello, proponemos esta película para trabajarla sobre todo en ESO y Bachillerato.
 Crítica 
En medio de superproducciones megalómanas hechas con muchos medios y una gran dosis de efectos especiales, el espectador agradece también un cine sencillo, humano y sincero, que toque el corazón no por folletines románticos y azucarados sino por la sinceridad y cercanía de las historias que nos ofrece. Tal es el caso de “¿Qué hacemos con Maisie?”, película dirigida por Scott McGehee y David Siegel que aborda el tema de los hijos de las parejas rotas.
La película nos narra la historia de una niña de 6 años que vive con amargura el divorcio de su madre (Julianne Moore), una cantante del rock and roll, con sus giras, sus viajes y sus peculiares amigos, y su padre (Steve Coogan), un marchante de arte colgado del teléfono, sempiterno viajante para hacer negocios. Mientras la pequeña va buscando sentirse amada, sus progenitores contraen matrimonio con otros cónyuges (Lincon y Margo, felizmente interpretados por Alexander Skargard y Joanna Vanderham) a los que van a utilizar para cuidar a su hija y despreocuparse de ella.
Estamos ante una película correcta y limpia, que se ve con agrado desde el principio. La fotografía de Giles Nuttgens es exquisita y todo está perfectamente ensamblado en un buen montaje y en una realización hecha con mucho oficio por sus directores. Lo que seduce y atrapa de este filme es, sin duda, la historia que nos cuenta ya que tiene una extraordinaria y triste cercanía con nuestra realidad cotidiana.
El drama de los niños que viven desorientados la separación de sus padres es un hecho que vemos con mucha frecuencia. Si toda separación es traumática y supone un fracaso en un proyecto común, cuando los cónyuges no consiguen acuerdos cordiales sobre sus hijos, a estos se les condena a unos vaivenes afectivos que dejan una huella muy profunda.
Esto es lo que vive Maisie. Ella quiere a su madre y adora a su padre, por eso no comprende que ya no vivan juntos, pero está dispuesta a perdonarles una y otra vez, ya que es incapaz de imaginar que sus padres, su referencia, el lugar donde se ancla su afecto, son inmaduros y no saben qué hacer con su hija para vivir una vida independiente y sin compromiso.
La película nos muestra los vaivenes de Maisie, las idas de una casa a otra, de unos brazos a otros, de regalos y comidas caprichosas y de habitaciones surtidas de juguetes y entretenimientos, pero vacías de ternura.
La niña no puede tener amigas, es dejada con prisas por el padre o por la madre que se reprochan permanentemente el tiempo que la han tenido cada uno. “A mí no me toca” o “Es tu problema” son frases que llegan a los oídos de la pequeña y que van calando en su alma.
Y aquí está la grandeza del filme, en que el problema que plantea lo hace desde el punto de vista de la niña, no de los adultos. Cuando los padres discuten, Maisie mira;, cuando tiene que encontrarse con las nuevas parejas o incluso cuando es abandonada por descuido en el trabajo de un adulto, Maisie sigue mirando. Esa mirada, esos ojos, hablan por sí solos. La mirada de la niña Onata Aprile es absolutamente extraordinaria. Los directores se recrean en unos ojos que, por sí solos, reflejan el deseo de amor, la fragilidad, la esperanza y la soledad de una criatura necesitada de seguridad y afecto.
En un mundo como el nuestro, en el que se está banalizando el amor, la relación familiar, la fidelidad y la entrega, “¿Qué hacemos con Maisie?” se convierte en un alegato en favor de la dignidad de los niños y niñas víctimas de la inmadurez o el fracaso de sus padres. Ante la mirada de Maisie, todos —padres o no— nos sentimos observados e interrogados. ¿No se estarán convirtiendo los niños en un estorbo?, ¿no estaremos dejando su educación en manos de otros?, ¿no los llenamos de cosas y los vaciamos de atención?, ¿no estaremos dedicando mucho tiempo a nosotros mismos mientras les robamos el tiempo que les debemos?…
Estas y otras muchas preguntas nos suscita esta película sencilla, profunda y bien contada. Y un cine que nos lleva a preguntarnos cosas para ser mejores siempre merece nuestro aplauso.

Propuesta didáctica

  • ¿Te sientes identificado/a con alguno de los personajes que aparecen en la película? ¿Por qué?
  • Trata de imaginar cómo se sienten los tres personajes principales (Maisie, su padre, su madre) y los secundarios (las parejas). ¿Serías capaz de interpretar sus sentimientos?
  • Uno de los elementos más valiosos que poseemos es el tiempo. Quizá para los padres de la niña, aunque en el mundo de sus intenciones su hija fuera la prioridad, a la hora de la verdad su tiempo estaba invertido en sus proyectos. Analiza tu vida: ¿En qué inviertes tiempo de verdad? ¿Responde a tus intenciones o; precisamente lo que más tiempo te quita es lo que no entra dentro de tus intenciones?
  • Haz la destreza de pensamiento Compara y contrasta:
    • ¿En qué se parecen la familia de Nazaret y la familia formada por MaiseMaisie y sus padres y madres?
    • ¿En qué se diferencian?
    • ¿Qué conclusiones sacas?
  • Compartid usando la estructura cooperativa 1-2-4:
    • En la fase 1: Haced la destreza personalmente.
    • En la fase 2: Compartid con vuestro compañero y mejorad vuestros argumentos.
    • En la fase 4: Poned en común todos los elementos que habéis descubierto y, con las conclusiones que habéis extraído, elaborad un mural que ayude a tomar consciencia de que la familia requiere también dedicar tiempo a su cuidado.
http://profesoresreligioncatolica.edebe.com/las-verdaderas-claves-la-maternidad/#more-1067

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